Nueva desilusión en Nervión

Ayer fue otra noche triste en el Pizjuán, y ya van este año demasiadas, según las perspectivas que se le habían vendido a los sevillistas. El Getafe ha vencido por 1-3 a un Sevilla que ha consumido al revulsivo Manzano y vuelve ha desinflarse y a mostrar de nuevo las carencias que el equipo viene arrastrando hace ya algún tiempo y que nadie acierta a ponerle remedio.

Lo malo de todo esto es que al equipo no se le ven maneras para salir adelante. El equipo se viene abajo en cuanto el contrario le presiona un poco. Tampoco hace falta que tengamos al frente un equipo de campanillas para que nos pongan la cara colorada, como hizo ayer el Getafe, un equipo que se presenta en la Bombonera en horas bajas y con su entrenador cuestionado, y que en media hora nos hacen tres goles.

Ahora no podemos decir que es un problema de falta de experiencia, talento o empaque del entrenador, porque Manzano ya tiene el culo pelado en esto de los banquillos y junto a nuestro querido Cáparros es uno de los mejores entrenadores de nuestro fútbol ... así que alguien debería salir a la palestra y explicar a los socios y aficionados cuáles han sido los factores intervinientes para que la planificación de la plantilla deje tanto que desear.

Lo mismo que en su día dije que no se podia hacer más con tan poco ... ahora no me queda más remedio que decir lo contrario ... se ha invertido demasiado para empobrecer la plantilla. Hemos sido muy buenos para comprar en el rastro, pero cuando hemos ido al mercado para comprar en las boutiques, la verdad es que los fallos han superado a los aciertos ... por tanto, o traemos futbolistas buenos aunque nos cueste el dinero, o es preferible utilizar la cantera antes que gastarse los cuartos en jugadores de medio pelo, que a la larga se ha visto y comprobado que salen carísimos.

Cuánto llevamos ya gastado en intentar arreglar los problemas en el centro del campo ... sin embargo, parece que estamos aún peor que el año pasado ... En fín, que la gente está muy descontenta, pero mayormente porque no se les explican las cosas bien, y entonces esperan más de lo que en realidad se puede ofrecer.

Creo que se han cometido errores y que no estaría mal reconocerlos, al igual que los aficionados en su momento reconocieron la magnífica gestión, tanto económica como deportiva, que nos aupó a ser el mejor equipo del mundo no hace mucho.